Durante toda la semana nos han bombardeado con infinidad de anuncios donde nos hablan de la canonización del papa Juan Pablo II y del otro papa que como ese nadie lo conoce tampoco pelaremos, según la iglesia católica la canonización es convertir a un humano en santo por "milagros" realizados después de muertos, mismos que con el papa viajero se continúan anónimos, el único que se dio a conocer es de una señora en Costa Rica la cual estaba muy grabe y según Juan Pablo la salvo, pero que se necesita para ser un santo en el mundo
La canonización es el acto mediante el cual la Iglesia católica (en ambos ritos: Oriental y Occidental) declara como santo a una persona fallecida. Este proceso comprende la inclusión de dicha persona en el canon, la lista de santos reconocidos. Anteriormente, los individuos eran reconocidos como santos sin requerimientos o procesos formales.
La canonización, sea formal o informal, no santifica a ninguna persona. Se trata de una declaración de que ella fue santa al momento de su muerte, con anterioridad al mismo proceso de canonización.
Tanto la Iglesia católica como la ortodoxa poseen sus formas y mecanismos de canonización. Las canonizaciones se efectúan después de un proceso judicial llamado «proceso de beatificación y canonización» o, simplemente, proceso de canonización. El «proceso de canonización» es el que dilucida la duda acerca de la santidad de una persona. Existen dos vías para llegar a la declaración de canonización:
- La vía de las virtudes heroicas
- La vía del martirio
- Etapa Inicial: "Se postula la Causa"
- Primera etapa: la persona es declarada "Sierva de Dios".
- Segunda etapa: la persona es declarada "Venerable".
- Tercera etapa: beatificación, la persona es declarada "Beata" (requiere de un milagro atribuido al candidato).
- Cuarta etapa: canonización, la persona es declarada "Santa" (requiere de la autenticación de otro milagro).
- Iglesias católicas orientales:
- Iglesias patriarcales (Iglesia Católica Maronita, Iglesia Católica Copta, Iglesia Católica Armenia, Iglesia Católica Siria, Iglesia Católica Caldea, Iglesia Greco-Católica Melquita)
- Iglesias archiepiscopales mayores (Iglesia Greco-Católica Ucraniana, Iglesia Greco-Católica Rumana, Iglesia Católica Siro-Malabar, Iglesia Católica Siro-Malankara)
- Iglesias metropolitanas sui iuris (Iglesia Católica Bizantina Búlgara, Iglesia Greco-Católica Eslovaca, Iglesia Católica Bizantina Húngara, Iglesia Católica Bizantina Ítalo-Albanesa, Iglesia Católica Bizantina Griega, Iglesia Católica Bizantina Rutena, Iglesia Greco-Católica de la Eparquía de Križevci o Iglesia Greco-Católica de Croacia y de Serbia y Montenegro, Iglesia Greco-Católica Macedonia, Iglesia Católica Bizantina Albanesa, Iglesia Católica Bizantina Rusa, Iglesia Greco-Católica Bielorrusa).
Beato
Santo
En el proceso de canonización se establece la duda procesal de si el candidato a santo ha vivido las virtudes cristianas en grado heroico, o si ha sufrido martirio por causa de la fe. Además, para llegar a la canonización se requiere de la realización confirmada de dos milagros (uno solo en el caso del mártir).
La canonización se lleva a cabo mediante una solemne declaración papal de que una persona está, con toda certeza, contemplando la visión de Dios. El creyente puede rezar confiadamente al santo en cuestión para que interceda en su favor ante Dios.
El nombre de la persona se inscribe en la lista de los santos de la Iglesia y a la persona en cuestión se la "eleva a los altares", es decir, se le asigna un día de fiesta para la veneración litúrgica por parte de la Iglesia católica.
El tiempo transcurrido entre la muerte y la canonización de los santos ha sido sumamente variable: desde siglos —tal el caso de san Pedro Damián, canonizado 756 años tras su muerte—, hasta menos de un año. Entre estos últimos casos, pueden citarse los ejemplos de san Antonio de Padua, canonizado 352 días después de su deceso, y de san Pedro de Verona, cuyo proceso de canonización tuvo una duración de tan solo 337 días.1
Hay cinco pasos en el proceso oficial de la causa de los santos transcurridos cinco años desde la muerte del candidato o candidata:
El obispo diocesano y el postulador de la causa solicitan iniciar el proceso de canonización y presentan a la Santa Sede un informe sobre la vida y las virtudes de la persona de que se trate. En todo caso, se considera requisito necesario que haya muerto perteneciendo a uno de los dos ritos admitidos por la Iglesia católica: el oriental o el occidental.
La Santa Sede, por medio de la Congregación para las Causas de los Santos, examina el informe y dicta el Decreto diciendo que nada impide iniciar la Causa (Decreto "Nihil obstat"). Este Decreto es la respuesta oficial de la Santa Sede a las autoridades diocesanas que han pedido iniciar el proceso canónico.
Obtenido el Decreto de "Nihil obstat", el Obispo diocesano dicta el Decreto de Introducción de la Causa del ahora Siervo de Dios.
Con el título de Venerable se reconoce que un fallecido vivió virtudes heroicas. Esta declaración la hace el cardenal correspondiente a la zona geográfica donde vivió esa persona, en la catedral más importante de esa zona.
Es reconocido mediante el proceso de beatificación. Además de los atributos personales de caridad y virtudes heroicas, se requiere un milagro obtenido a través de la intercesión del siervo de Dios y verificado después de su muerte. El milagro no es requerido si la persona ha sido reconocida mártir. Los beatos son venerados públicamente por la iglesia local (en España, por la provincia correspondiente). La beatificación la hace el papa o un cardenal en nombre del papa, generalmente en la basílica de San Pedro o en la plaza de San Pedro del Vaticano. Durante el pontificado del papa Francisco, la mayoría de las celebraciones de beatificación se efectuaron en el lugar de nacimiento o de fallecimiento de la persona beatificada y estuvieron presididas por el cardenal Angelo Amato.
Con la canonización, al beato le corresponde el título de santo. Para la canonización hace falta otro milagro (en total dos milagros o un milagro más haber muerto como mártir) atribuido a la intercesión del beato y ocurrido después de su beatificación. Al igual que ocurre en el proceso de beatificación, el martirio no requiere habitualmente un milagro. Esta canonización la hace el papa en la basílica de San Pedro o en la plaza de San Pedro del Vaticano. En el caso del papa Juan Pablo II, las canonizaciones las realizaba en el país de origen del beato a canonizar durante sus viajes pontificios por el mundo.
Mediante la canonización se concede el culto público en la Iglesia católica. Se le asigna un día de fiesta y se le pueden dedicar iglesias y santuarios. No existe un cómputo preciso de quiénes han sido proclamados santos desde los primeros siglos. En 1988, para celebrar su IV centenario, la "Congregación para las Causas de los Santos" publicó el primer "Index ac status Causarum". Este libro y los suplementos que le siguieron, escritos enteramente en latín, están considerados como el índice definitivo de todas las causas que han sido presentadas ante la congregación desde su institución. Los primeros santos fueron los doce apóstoles.
Después de conocer las forma de ser santo me pregunto todos podemos ser santos??
los santos en verdad son tan santos?
realmente necesitamos santos para poder sobrevivir?
pues como nunca tendremos una respuesta clara, lo único que me resta es decir que uno puede creer en lo que guste es muy respetable, lo que no es respetable que te cobren por creer o te vendan cosas abusando de su fè como los rosarios electrónicos con las frases del papa.
lukin